De acuerdo con datos del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), entre las características más relevantes de la situación laboral destacan:
- El coeficiente de inversión privada entre el PBI estuvo por debajo del 17 % en el 2006.(que debiera de estar en 20% de acuerdo con algunas estimaciones del MEF).
- El 60 % de la Población Económicamente Activa (PEA) se concentra en las MYPEs. Esto revela la importancia económica y social de la micro y pequeña empresa.
- Solo el 20 % de la PEA se ha insertado en empresas dinámicas.
- En la zona rural el 63.4 % de la PEA en el 2005 se encontraba en situación de subempleo, principalmente por los bajos ingresos que perciben las actividades económicas en el medio rural
- En el 2005, El 5 % de la PEA nacional se encontraba en desempleo.
De lo anterior, se puede observar que las MYPES ayudan a evitar mayores colapsos sociales, que si bien a nivel nacional no se adolece de un problema agudizado de desempleo “estadísticamente” hablando, los problemas de subempleo, resultan muy serios sobretodo en el campo y que por otro lado, la inversión privada es insuficiente para la generación de nuevos puestos de empleo.
En su mensaje por fiestas patrias, el presidente García, señaló que el empleo ha crecido en las empresas de 10 a más trabajadores había crecido en 9%, sin embargo, el grueso de la PEA se encuentra en las MYPES y si bien es un grueso importante de la población que autogenera su empleo, el asunto es cómo hacerlo productivo y con tendencia a su expansión en número de trabajadores y en promover su “evolución” empresarial.
Hubo una seria ausencia de cómo el gobierno planea aumentar los puestos de empleo que el mercado laboral necesita, para absorber adecuadamente, sin precarizaciones, a la actual fuerza laboral inactiva y a las siguientes generaciones que saldrían a buscar empleo, se necesita de nuevos emprendimientos y de mayor inversión no solamente por el lado del sector privado, sino también del público (infraestructura y presencia del Estado inclusive, en muchas zonas rurales). De esto último, se observa un claro limitante por parte MTPE en su capacidad de acción, no por la calidad de sus funcionarios o inclusive por los lineamientos y estrategias políticas que lo puedan afectar, sino porque los problemas de desempleo y subempleo poseen raíces de tipo estructural tan serias que resulta ineludible, la necesidad de abordarlos desde un punto de vista multisectorial, es decir la responsabilidad no recae únicamente en el MTPE, ubicar el juicio únicamente en este ministerio es seguir el juego de que cuando se busque un chivo expiatorio a la inercia en las situaciones, se señale al MTPE como responsable político, lo cual es cierto, lo es, pero ese es el juicio político, un juicio de tipo más holístico iría más arriba.
Otra ausencia ha sido cómo el gobierno planea reducir los niveles de subempleo por bajos ingresos en el campo, donde cerca del 50% de la actividad económica en ese ámbito es agraria. El Sr. Presidente mencionó la programación de acuerdos comerciales y de las agroexportaciones crecientes generadoras de empleo, pero el asunto no es únicamente buscar mercados sino dar las condiciones suficientes para aprovechar esas aperturas y sobretodo evitar los perjuicios que ocasionan en caída de precios y desplazamiento de producción nacional por productos importados subsidiados. Bajo ese esquema de apertura desorganizado cómo es que se quiere reducir las cifras de subempleo por ingreso en el campo, simplemente resulta inconsistente, sobretodo mientras no se aborden los problemas estructurales que afectan la pobreza en el ámbito rural.
El presidente García mencionó la necesidad de un Pacto Social con la clase empresarial y la promoción de la mejora en el salario mínimo e hizo alusión a promover el trabajo decente, al respecto de esto, durante muchos años ha habido un sesgo muy fuerte a dejar a los mercados de comercialización agrarios en manos del mercado mismo y la regulación laboral y de incentivos a la empresa en medios rurales ha fortalecido esta situación, no combatiendo los abusos de poder de mercado, como ha ocurrido en mercados como del algodón que aún no ha resuelto, entre tantos problemas, su denuncia ante INDECOPI precisamente por estos motivos.
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